
¿Por qué cuidar los pies del adulto mayor? Muchas de las veces dejamos por alto el cuidado de los pies en el adulto mayor, esto conlleva una serie de condiciones desfavorables en la salud y pueden ser evitadas gracias al cuidado integral de los mismos. El cuidado incorrecto es uno de los principales factores asociados con problemas al caminar. Se puede presentar desde asperezas o callosidades hasta hongos en dedos y planta del pie.
El cuidado de los pies es fundamental en pacientes Adultos Mayores ya sea este un pie diabético o no; se deben tomar en cuenta los mismos pasos, los cuales ayudarán a prevenir patologías que a futuro pueden afectar el estilo de vida del paciente ya que el cuidado de los mismos tiene que realizarse de forma continua desde temprana edad.
Además de un buen cuidado personal el adulto mayor debe revisarse los pies a diario, desde la parte superior al igual que entre los dedos, el detectar tempranamente problemas relacionados con los pies ayuda a buscar una solución y tratamiento evitando que sea un proceso más largo y doloroso.
El Hospital de Atención Integral del adulto mayor con el fin de educar sobre el tratamiento de los pies recomienda:
Hay que tener un cuidado muy especial con adultos mayores que tienen diabetes, ya que se puede perder la sensibilidad debido al daño en nervios, debido a esta enfermedad es posible que los pies no sean curados por completo y esto genere ampollas que al no ser tratadas puedan empeorar la condición del paciente. El adulto mayor debe tomar en cuenta las alertas para evitar futuros problemas en sus pies y estas son: Piel seca, piel cuarteada, ampollas o úlceras, moretones o hematomas, cortaduras, enrojecimiento, calor o sensibilidad y puntos firmes o duros.
Ya es casi 3 meses de mi accidente. Si me preguntan por mi salud física va mejorando poco a poco. El caer de un tercer piso cambia la vida de cualquiera. Y es más el tener 65 años y contarlo es aún más un milagro.
El día 16 de mayo me disponía a hacer mis actividades cotidianas como siempre, en ese entonces tenía un local de comida por el centro histórico al que iba todos los días desde la mañana hasta la noche. Ya hace mucho venia presentando un sonido en el oído que no me dejaba en paz, al principio fue tolerable pero cada día empeoro, hasta que paso lo inevitable.
Ese 16 de mayo subí a la terraza a limpiar un poco y sin darme cuenta perdí el control y el equilibrio de mi cuerpo cayendo 3 pisos. No sé si Dios tiene algo para mi grande o porque sigo con vida pero en realidad ese día el romperme la cadera, el fémur y el codo fue un milagro para lo que en realidad podría pasarme, aun veo gente que se rompe la pierna solo tropezando la vereda, no lo sé el contar mi historia es difícil.
Después de varias cirugías nuevamente tuve la esperanza de retomar mi vida gracias a Dios ingrese al Hospital de Atención Integral del Adulto Mayor, que cabe recalcar casi no lo conocía, cuando cruce la puerta del parqueadero supe que estaba ingresando a un lugar donde me enseñarían nuevamente a vivir. Desde el guardia me saludo muy cordialmente y abrió la puerta del auto de mi hijo que era donde yo venía.
Díganme ¿En qué hospital privado o en que clínica particular lo ayudan así? A mi ingreso me informaron que iba a ser atendido en un área de hospitalización llamada Unidad de Mediana Estancia (UME) al principio me preocupe porque vi personas mayores y ojo que no es que sea un bebe pero en realidad hablar con tu compañero de cuarto que asegura tener 94 años es para mí algo fuera de lo común. Él había ingresado por recuperación de su rodilla.
Quizás no me crean pero él fue dado de alta mucho antes que yo salió muy cuerdo y fuerte caminando casi sin la ayuda de su bastón, al contrario, salió riendo con los doctores diciendo que si volverá será para un simple control. Sí, un simple control a sus 94 años y yo a mis 65 parecía pinocho el de la canción que se canta a los niños, astillado por todas partes y débil y prácticamente he vencido a la muerte con mi hazaña de seguir con vida.
Una vez ingresado el trato fue otro las enfermeras me dan la medicación a la horas y los terapistas que si bien me hacen sudar por los ejercicios me ayudan. Antes arrastraba la pierna en la cama y ese era el único movimiento de mí ser. Ahora camino con la ayuda de un bastón hasta que ejercite mis músculos y salgo todos los días al jardín terapéutico de la parte de atrás del hospital. Las plantas comienzan a dar frutos y mis terapias igual antes me conformaba con ver desde la ventana el huerto, ahora hasta ayudo a regar las plantitas.
A veces hay lugares que cambian nuestra vida, este es uno de ellos, nunca pensé que el Ministerio de Salud pública cuente con un hospital así, he escuchado muchos comentarios de lo Público hasta que lo viví. Si las cosas han cambiado en el país pero por lo menos aquí para mi cambio para bien. No me queda más que irme de este hospital agradecido con todo el personal y por haberme dado nuevamente una buena calidad de vida, aquí volveré por mis controles dentales y a consulta externa a fortalecer mis músculos.
Al hablar del adulto mayor hablamos de desgaste debido a los años y la dentadura no es la excepción, la atención primaria y preventiva en el paciente adulto mayor debe estar orientada no solo al paciente, sino también al familiar y al personal que se encuentre a cargo de su cuidado. La educación del cuidado bucal debe fomentar medidas para el control de la placa bacteriana, el cuidado y correcto uso de las prótesis dentales, ya que el adulto mayor tiende a perder sus piezas dentales debido a cuidados indebidos en la juventud de su boca.
El hospital del adulto mayor apuesta a la prevención y al cuidado del adulto mayor para tener una mejor calidad de vida. Seguir consejos de profesionales expertos en su salud bucal ayuda a cuidar y prevenir enfermedades.
El Dr. Milton Noboa nos comenta: “Se recomienda cepillar los dientes cinco veces al día (al despertar, después del desayuno, la comida, la cena y antes de acostarse) y como mínimo después de cada comida”.
Para los profesionales de salud bucal es necesario tener en cuenta las capacidades y necesidades de cada paciente, en algunos casos los pacientes necesitarán aditamentos especiales con seda dental, cepillos interdentales y eventualmente cepillos eléctricos.
El control odontológico debe ser mínimo una vez al año. Sin embargo, si se sospecha de caries o existe dolor dental espontáneo o al alimentarse, aumento de sensibilidad con los cambios de temperatura, cambios de coloración en los dientes, aparición de cavidades es necesario acudir inmediatamente al odontólogo.
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